"¿Aspiro yo acaso a la felicidad? !Yo aspiro a mi obra!" Friedrich Nietzsche.
Dudamos sobre muchas cosas pero todos parecemos coincidir en aspirar a la Felicidad. Y no deja de llamar la atención porque, aún siendo un lugar común, la felicidad es un concepto vacío que cada cual vive e imagina "a su manera".
Interpreto que la felicidad es tan difusa, escurridiza, variada, confusa… como lo es nuestra propia naturaleza. Nuestra indefinición como especie es nuestra grandeza pero también el origen de nuestras insatisfacciones.
Dudamos sobre muchas cosas pero todos parecemos coincidir en aspirar a la Felicidad. Y no deja de llamar la atención porque, aún siendo un lugar común, la felicidad es un concepto vacío que cada cual vive e imagina "a su manera".
Interpreto que la felicidad es tan difusa, escurridiza, variada, confusa… como lo es nuestra propia naturaleza. Nuestra indefinición como especie es nuestra grandeza pero también el origen de nuestras insatisfacciones.
Para nuestra parte biológica, bastaría con un poco de bienestar.
Pero todos los adornos que nos ha proporcionado nuestra mente y nuestra cultura
han disparado el campo de la felicidad hasta hacerlo parecer infinito. Queremos
salud y dinero pero necesitamos amor, reconocimiento, poder, belleza… y si
concretamos más: hay quien necesita tirarse en parapente, escribir un libro,
tener tres hijos, entrar en Oxford, ser presidente de su país… y miles de cosas
más. Agotador.
Este agotamiento tiene dos caras: el aspecto positivo es el que le
ve J.A.Marina cuando dice que esto le permite a la inteligencia ser libre y
creativa en su búsqueda. Pero, tampoco me parece descabellado interpretar que
la idea de felicidad es el mejor resorte para la esclavitud. Al sistema parece
interesarle que estés muy preocupado con ser feliz. ¿Cómo? Haciendo miles de
actividades, comprando miles de cosas y haciéndote saber todo lo que te falta.
Y es que siempre habrá alguien que tenga una vida más “cool” que la tuya ,y
mientras tanto, no andas preocupado ni en ser más tú, ni más libre.
Simplemente, todos infelices de diseño.