“Tú puedes brillar no importa de qué material estés hecho”
Todos nos sentimos atraídos por lo que brilla: el reflejo del sol en el mar, un gran bailarín, un diamante, una gran actriz, una gran científica, un gran jugador de ajedrez, un/a premio nobel, un Messi, un Mandela…
Cuando se trata de
personas brillantes nos focalizamos en sus talentos y les miramos deslumbrados.
Me atrevería a decir que incluso sentimos una cierta desazón, una cierta
nostalgia al ver ese abismo entre lo que son capaces de hacer ellos y lo que
creemos que podemos hacer nosotros.
Ese brillo puede producirnos inspiración para el esfuerzo, pero también cierta ceguera, una ceguera que nos incapacita para ver que todos tenemos una capacidad innata para brillar. Por eso, el slogan de la película de Robots me pareció muy ilustrador.
“Tú puedes brillar no
importa de qué material estés hecho” no es una invitación obligada al éxito
terrenal. Nos bombardean continuamente con esa presión de ser los mejores
líderes, los vendedores más exitosos, los estudiantes más brillantes, los más
emprendedores…y eso está muy bien si ahí están tus pasiones, pero si no es así,
será muy difícil que brilles o lo harás a cuenta de luz ajena y tu luz y tu
brillo siempre dependerá de valores externos y pasajeros.
De lo que se trata es de
brillar con luz propia y para eso, debemos ser muy conscientes de nuestros
talentos, de nuestras pasiones y de todo aquello que nos hace únicos. Sólo si
nos enfocamos en nuestra autenticidad lograremos sentirnos a gusto en nuestra
piel. Y para mí, eso: sentirse a gusto en tu piel, quererte, aceptarte como
eres, sentir que ejerces de ti mismo con tus talentos únicos, desde tu
diferencia, es a lo que yo llamo brillar.
Esta invitación a brillar
–tal y como yo la interpreto- viene de muy lejos. Los grandes sabios griegos ya
supieron que ésa es la mayor y más meritoria tarea del ser humano.
El aforismo griego
inscrito en el templo de Apolo en Delfos decía: “Conócete a ti mismo” y Píndaro
-el poeta griego de la Antigüedad- remarcó la idea de “llega a ser el que
eres”.
Son dos aforismos que nos
dejan perplejos, ¿a caso no nos conocemos? O ¿es que se puede llegar a ser algo
que no eres? Será interesante poder tomarse un tiempo para responder a esas
preguntas.
IDEAS PARA RECORDAR:
Tú puedes brillar es una
invitación a ser tú y sentirte a gusto en tu propia piel.
Es importante brillar con
luz propia, las ajenas no son más que reflejos pasajeros.
Para brillar necesitas
conocerte bien a ti mismo y saber qué te hace único.
Llegar a ser uno mismo
requiere aceptación, voluntad y valentía.
Como dijeron los sabios griegos conocerse y ser auténtico debería ser un empeño para todo ser humano.
Foto: MarCruzCoach
Foto: MarCruzCoach
Woow!!!!
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