“Pensar demasiado puede ser menos ventajoso que no pensar en
absoluto”
Con esta expresión, Antonio Damasio, pretende situar las
emociones en una mejor posición de la que tradicionalmente han gozado. La
mayoría hemos crecido pensando que mantener una mente fría y apartada del
corazón nos daría muy buenos resultados para dirigir nuestra vida. Pero las
últimas investigaciones sobre el cerebro nos demuestran que esto no es así.
Ahora sabemos que el sistema de razonamiento se
desarrolló como una extensión del sistema emocional automático y que, por lo
tanto, no son dos aspectos opuestos sino complementarios. Tenemos que
deshacernos de la idea de que nuestras emociones pertenecen a nuestro pasado
más primitivo y que hay que bloquearlas. Todo lo contrario, son esenciales al
proceso cognitivo y sin ellas, no habría
conocimiento.