“Poco a poco hila la vieja el copo”
“De mica en mica s’omple la pica” Dichos populares
Los refranes forman
parte de nuestras vidas y son un reflejo de la sabiduría universal. En
ocasiones no les prestamos atención aunque algunos de ellos se nos graban de
forma especial.
“De mica en mica
s’omple la pica” (poco a poco se llena la pila) es uno que tengo muy presente
porque apunta la idea de que obtenemos resultados gracias a la constancia de
pequeñas acciones aparentemente insignificantes. Me sirve para valorar las
pequeñas acciones diarias con la confianza de que con paciencia y perseverancia
se recorre el camino. Si miro hacía atrás en mi propia vida -u observo la gente
que tengo alrededor- veo como se han formado y han construido su patrimonio: intelectual, personal o material gracias a pequeños gestos diarios que supieron
valorar.
Y es que, como dice Goethe,
“el mejor de los hombres cuando hace algo, lo hace todo”. El secreto está en
entregarse a esa pequeña tarea diaria con ganas, con emoción, sabiendo que es
asequible para nosotros, que es una acción que podemos exigirnos y controlar.
Ello no requiere de un esfuerzo titánico: aunque paradójicamente lleva a
resultados que parecerían titánicos a cualquiera.
Muchos ejemplos pueden
ilustrar la fuerza de esta idea: En La Rioja me explicaron que la paciencia y la perseverancia era el secreto de todo buen vino. Pero como probablemente no nos vayamos a dedicar a la crianza de vinos, es importante saber que aprendiendo cinco palabras cada día de un
nuevo idioma, en un año y medio seremos capaces de entender las noticias, las
instrucciones o los blogs escritos en ese idioma (2000-3000 palabras el 95% de
los textos). Si uno practica (guiado con un profesor) una hora diaria de
guitarra, en dos meses puede tocar decentemente una canción y en un año una
variedad para impresionar a los amigos. Haciendo meditación diez minutos
diarios, en menos de tres meses ya se
observan cambios en nuestro cuerpo y en nuestro cerebro. Quien lee en el
trayecto del metro al trabajo, en un año puede haberse leído medio centenar de
libros. El estudio diario y constante es lo que permite a la gente aprobar esas difíciles oposiciones o
imposibles exámenes (una maratón en lugar de una carrera de velocidad). Y es
que “vale más la constancia de una gota, que la fuerza de una ola”.
La “pila” se llenará
con toda seguridad con lo que hagamos en el día a día, porque al final somos lo que hacemos y encontraremos en
nuestra “pila” lo que hayamos puesto en ella con paciencia. También saben el
valor de este refrán tantísimas mujeres que se han visto obligadas a tener que
sacrificar pequeñas cantidades de dinero en comida, ropa, salidas … para
mantener a sus familias o poder dar estudios a sus hijos.
Yo misma he aplicado
este refrán a bastantes áreas de mi vida y puedo confirmar que seguir esa
filosofía me ha permitido conseguir muchas cosas. Quizás una de las principales
ventajas es que no malgastas tu tiempo, porque valoras los resultados de
aprovechar unos simples quince minutos sin esperar a que aparezcan en tu
horario dos horas libres para hacer algo.
Lo que pretendo es
compartir mi propia experiencia de que siendo fiel a una acción diaria, en
principio insignificante, con el paso del tiempo te puede dar frutos
espectaculares.
Sé que hay una ONG en
Canadá que enseña a jóvenes de clases desfavorecidas a que ahorren un poquito
en el día a día y que conserven ese dinero para invertir en su propia
formación. Me consta que un gran número de ellos han salido de su pobreza y
están creando sus propios negocios gracias a estar bien enfocados, y sobre
todo, a haber valorado esas pequeñas acciones.
Estamos empezando un
nuevo curso escolar con nuevos objetivos, os recomiendo que seáis ambiciosos en
la meta; pero confiad en que son las pequeñas acciones del día a día lo que os
hará conseguirlas. El esfuerzo está en perseverar en esa pequeña acción diaria.
Aprovecha esos cinco minutos sueltos que tienes al día, ese euro de un cambio, y cómo no… sé generoso en sonrisas y
amabilidad: porque a largo plazo, habrá resultados.
Confía en que es línea
a línea que se escribe la Historia, y también la tuya propia y como dice el
escritor romano Plinio el viejo “Nulla dies sine linea” que no pase un día sin
escribir o leer al menos una línea.
Las monjas de mi
colegio siempre nos decían que “quien no es fiel en lo poco, no es fiel en lo
mucho”: y llevaban razón. Así que sé fiel con tu pequeño tiempo cotidiano, a esa acción diaria y conseguirás lo que te
propongas.
¡Si quieres brillar,
persevera en una acción diaria!
IDEAS PARA RECORDAR:
Obtenemos
resultados gracias a la constancia en las pequeñas acciones diarias.
“Vale más
la constancia de una gota que la fuerza de una ola”
“El mejor
de los hombres cuando hace algo, lo hace todo” J.W. Goethe
Organízate
bien y aprovecha tu tiempo.
Somos lo que hacemos.
Somos lo que hacemos.
“quien es
fiel en lo poco, es fiel en lo mucho”.
“Nulla dies
sine linea”
Foto: MarCruzCoach
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