“Grandes
sectores del mercado son territorio de una marca, que tiene bien marcadas a
sus reses, para que no se le pierdan”. M. Arnal
Escuchaba hace poco a un experto en Marketing y
hablaba de la importancia de crearse una marca -no sólo en torno a un producto-
sino también en torno a una persona.
Decía cosas con mucha lógica y otras que
espantaban un poco. Entre estas últimas está la idea de que el producto es lo
de menos, que lo importante es crear una buena imagen alrededor de él. Por
supuesto que estoy a favor de la publicidad como medio para darse a conocer y
si esta publicidad se puede hacer con arte, elegancia, gancho y bien pensada,
muchísimo mejor. ¿Pero se deben gastar más esfuerzos y energías en la
publicidad que en el producto? ¿Se puede desvirtuar hasta tal punto el producto
que se permita descaradamente el engaño?
Los productos no son de mi interés, pero las
personas sí; y utilizamos las mismas estrategias para construirnos a nosotros
mismos, para convertirnos en una marca, dando una determinada imagen. Las mismas estrategias que para construir la imagen de un producto.
En Marketing se habla de marca y producto; en
psicología podríamos hablar de Persona y Personalidad; desde la filosofía
hablaríamos de Ser y Parecer; y desde la fenomenología, de Aparecer, Parecer y
Aparentar.
La personalidad sería la forma en que se
manifiesta espontáneamente tu persona, lo que realmente eres. Por lo general,
inconscientemente: sin ser conscius,
es decir, conocedor de cómo te perciben los demás o de cómo les caes. Algunos
confunden el aparecer (salir afuera espontáneamente la persona) con el
aparentar.
Mucha gente en vez de aparecer tal como es, se
dedica a aparentar; y eso es así, porque se parte de la idea de que hay que ser
de una determinada manera; y ahí empieza el teatro, más concretamente, la
tragedia. El empeño por “marcar territorio” igual que los perros. En nuestro
caso, se trata de territorio conceptual, estético, social...
Lo realmente
importante es SER, y ahí han de ir dirigidos todos los esfuerzos. Pero hay que
hacer también un esfuerzo añadido, que es el de rehuir el aparentar, porque eso
desfigura el ser y siempre tiene un alto precio para la vida.
Está bien ser
consciente de tu Ser y está muy bien que cuides el cómo aparece ante los demás; y está genial que intentemos construirnos, hacernos mejores creando una
“marca”, una imagen de lo que somos y queremos ser. Pero tenemos que andarnos
con ojo porque muchas veces se pone tanto esfuerzo en el aparentar y en
utilizar símbolos que los demás reconocen que conseguimos exactamente el efecto
contrario, no creamos marca sino que nos dejamos marcar por otros como las
reses.
Andamos todos a la desesperada comprando
identidad: el móvil que me hará sentir más hipster, el viaje a Islandia que me
dará un toque más interesante, el jersey que me hará sentir cool, el coche
que me dará prestigio, las ideas políticas que me darán acceso a más contactos,
y así hasta el infinito… todo escogido en función de su “productividad” en imagen.
Pero actuando así, curiosamente, , lo único que
hacemos es demostrar que no tenemos marca personal y es que la
"marca" rarísimamente es propia, de uno mismo. Casi toda
"marca" es la señal de tu propietario. Dime cuál es tu marca, y te
diré quién se apoderó de ti... y te marcó con su hierro (y actualmente,
también con su yerro).
No es fácil crear
“marca” propia: el secreto está en que haya los menos intermediarios posibles
entre tu ser y tu aparecer. Si te focalizas en el aparentar tendrás marca, sí,
pero la de otro.
IDEAS PARA RECORDAR:
En Marketing
hablamos de marca y producto. En Filosofía de ser y parecer. En Fenomenología
de aparecer, parecer y aparentar.
No confundas el
aparecer con el aparentar.
Lo que importa es
el SER y no rehuir el que éste aparezca tal cual es.
Cuando nos
focalizamos en APARENTAR con símbolos comunes, no creamos marca sino que nos
estamos dejando marcar como las reses: “dime cuál es tu marca y te diré quién
se apoderó de ti”.
Crea tu marca
propia dejando que brille tu ser y aparezca en todo su esplendor: tienes que
parecer lo que eres pero sin aparentar.
Foto: MarCruzCoach. Altona. Hamburg.
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