“En latín ni la llegada es un una
cualidad distinta del ir, ni la perfección es una cualidad distinta del simple
hacer”. M. Arnal
Los que me
conocen saben que utilizaba mucho el símil del fútbol para animar a la gente a
continuar, a luchar, a seguir jugando hasta el final porque como ocurre en
muchos partidos en los minutos de descuento puede cambiar el marcador.
Ahora a esa
idea -que no es del todo mala- he empezado a verle matices supongo que llevada
por experiencias personales. Lo último que me ha llevado a cambiar de opinión
ha sido la lectura de la biografía de Honoré de Balzac de Stefan Zweig. El
personaje es grandioso: un escritor de talento
de los que no abundan en la historia. Balzac tenía la obsesión de
casarse con una viuda rica para asegurarse la tranquilidad económica que tanto
le costaba mantener.
Vivió toda su
vida persiguiendo esa idea y finalmente lo consiguió. Pero ¿qué ocurrió? Que
Honoré murió a los pocos meses. ¿Fue eso una victoria? Bueno, podríamos
discutirlo, pero en cualquier caso no disfrutó ni de su matrimonio ni de la
tranquilidad económica mientras vivió.
En cambio, no
esperó a vencer en la Literatura al final de sus días, sino que desde muy joven
escribía y escribía sin descanso y ganaba la batallas de sus libros con
dedicación absoluta minuto a minuto.
Por eso
pienso que en la vida lo que vale es ganar a cada minuto, no en el de descuento. Y para eso
no hace falta estar metiendo goles todo el rato.
El que depende de una victoria final
da más la impresión de necesitar justificar una vida absurda y mal vivida:
hipotecando el presente por un posible éxito olvidándose de vivir.
No, definitivamente la vida no es
como un partido de fútbol porque esto no va de resultados. El mayor resultado
es la vida misma y lo es en cada minuto que pasa. ¡Es tan hermoso el caminar
que tampoco tenemos que tener prisa por llegar!
En latín –dice mi maestro- no existe
el verbo llegar. Dicen igualmente venire,
pero con el superlativo per-venire,
que significa venir totalmente, en plenitud. ¡Qué sabios los romanos!
Además buen futbolista no es sólo el
que mete goles sino el que juega bien. El meter goles es sólo parte del juego.
¿Te imaginas un partido en el que no parasen de meter goles? ¡Absolutamente
insoportable! El gol es la coronación de un buen juego. Y si éste es malo, los
goles son agridulces. El gol es una parte ínfima del juego. Los futboleros de
verdad disfrutan de los buenos partidos no sólo si hay goleadas.
Sí, la vida no va de resultados como
el fútbol y no siempre tenemos que seguir un camino recto que nos lleve a una
meta. Pasear por un bosque, por un campo distraído mirando las flores o los
árboles, es también una buena manera de seguir avanzando y aprendiendo:
mirando, admirando y disfrutando… “enamorao de la vida” como dice la canción.
Siguiendo el mismo argumento
etimológico: en latín no es un concepto distinto el fácere (hacer) que el de hacer algo per-fecto, hacer algo acabado, hasta el final. Así que en latín ni
la llegada es una cualidad distinta del ir, ni la perfección es una cualidad
distinta del simple hacer.
Esto me lleva a pensar sobre una
experiencia que posiblemente hemos tenido muchos. Y es la de acabar sin hacer
nada por habernos obsesionado con la idea de hacer algo perfecto. Y es que ya
lo dice el dicho “lo mejor es enemigo de lo bueno.”
Me parece importante poner el énfasis
en el caminar, en el ir , en el hacer y no tanto en el llegar o en el de hacer
cosas perfectas. Porque hipotecar todo por un posible final no es muy recomendable.
En una escena de la película “Perfume
de mujer” Al Pacino comenta: “hay personas que viven toda una vida en un
momento”. Cierto. Cierto. Hay que ir a la pesca de esos momentos que nos hagan
sentir toda una vida porque esto no va de resultados.
IDEAS PARA LLEVAR
El pensar en una meta nos proporciona
gasolina para el camino. Pero el resultado no debe ser una obsesión.
En la vida lo que vale es ganar a
cada minuto y no hace falta estar metiendo goles todo el tiempo.
La vida no va de resultados.
En latín ni la llegada es un una
cualidad distinta del ir, ni la perfección es una cualidad distinta del simple
hacer.
Lo mejor es enemigo de lo bueno.
Ves a la pesca de momentos que te
hagan sentir toda una vida.
Cuadro y Foto. MarCruzCoach
me ha encantado esta lectura! (y como escribes!) gracias por compartirlo
ResponderEliminarGracias Eva por tu comentario y, ahora más que nunca, a disfrutar de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.