“La
mejor forma de predecir tu futuro es creándolo” Peter
Drucker
Siguiendo el hilo de mis
posts, habrás visto lo importante que es estar conectado con las emociones:
escuchándolas porque son sabias (la sabiduría de las emociones) y
gestionándolas porque pueden ser un tren arrollador. Un buen manejo
de las mismas te ayudará a conocerte mejor y a conocer a los demás. De esta
manera reforzamos nuestra brújula interior -nuestra autoconsciencia- que es la
única y mejor guía que tenemos para situarnos en la vida. Desde esta toma de
consciencia surgirá casi de forma natural un propósito de vida (en busca de sentido) que nos
motivará para seguir nuestro camino.
Cuando todo esto está bien
asentado estamos en las condiciones perfectas para atrevernos a soñar
poniéndole unas dosis de locura (la locura... cura) para que surja
un proyecto creativo y brillante. Tiene que ser un proyecto que esté totalmente
conectado con tu esencia y con tu propósito de vida. Esa será la mejor garantía
de su éxito.
Os invito a seguir los
siguientes pasos:
1.
Fabrica
un sueño grande
2.
Crea
un proyecto
3.
Convierte
tu proyecto en objetivos
Fabrica un sueño grande:
Correspondería a la fase
del brainstorming: tormenta de ideas. Dale permiso a tu mente creativa para
que participe del sueño. En esta fase todo vale, no te pongas límite, sé tan
creativo como quieras, déjate llevar, ponle unas dosis de locura, sueña con
todos los éxitos que te atraigan. Trabaja desde la flexibilidad, viendo
posibilidades, desde la confianza que siempre hay salida, deja que tu mente
experimente desde la curiosidad. Y recuerda que la vida nos pone obstáculos
pero los límites nos los ponemos nosotros.
Crea un proyecto brillante:
En este segundo paso es el
momento de empezar a encajar el sueño grande con nuestra realidad. Cuando
diseñamos el proyecto empezamos a pensar en ideas realizables a más corto
plazo. Y tenemos que estar en condiciones de poder respondernos a varias
preguntas.
·
¿Qué
me aporta el proyecto?
·
¿Para
qué lo quiero?
·
¿Qué impacto quiero que tenga en los demás y en mí mismo?
·
¿Qué
me hace sentir?
·
¿Es
un proyecto puntual o de larga duración?
·
¿Conserva
lo bueno de mi estado actual?
·
¿Con
qué cuento para llevarlo a cabo?
·
¿Qué
me falta?
·
¿Está
acorde con todos mis valores o pone en peligro alguno de ellos?
En la medida que vayamos
respondiendo a estas preguntas y a otras más, se irá perfilando solo nuestro
proyecto.
Convierte tu proyecto en objetivos.
Una vez el sueño grande y
el proyecto están claros. Las preguntas que nos tenemos que hacer serían:
·
¿Cuál
es el siguiente paso?
·
¿Qué
puedo hacer ahora mismo para conseguirlo?
·
¿Qué
plan diario, semanal, mensual tengo que seguir para llegar hasta allí?
·
¿Cuento
con todo lo necesario?
·
¿Qué
aspectos debo modificar?
·
¿De
qué cualidades debo echar mano?
·
¿Qué
debilidades tendré que superar?
·
¿Cómo
voy a evaluar el progreso?
·
¿Cómo
voy a mantener la motivación para llevarlo a cabo?
Los objetivos deben estar
muy bien planificados: deben ser simples, medibles, asequibles, realizables y situados
en el tiempo.
Sigue estas tres fases y
ponte manos a la obra: Si creas tu sueño desde ti, será un éxito. Asegúrate de
ponerle las dosis exactas de “seny” (sensatez) y “rauxa” (locura) como decimos
en catalán. Busca el equilibrio entre Apolo (dios de la
razón) y Dionisio (dios del vino, del éxtasis). En el término medio está
siempre la Virtud.
IDEAS PARA RECORDAR:
Escucha tus
emociones, gestiónalas y refuerza tu autoconsciencia para diseñar tu propósito
de vida.
Atrévete a
soñar en grande, creando proyectos y objetivos.
La vida nos
pone obstáculos pero los límites nos los ponemos nosotros.
Si creas tu
sueño desde ti, será un éxito seguro.
Ponle sensatez y locura: en el término medio se halla la Virtud.
Foto: MarCruzCoach
Foto: MarCruzCoach
No hay comentarios:
Publicar un comentario