“Tus resultados son el producto, o bien de tu
concentración personal o bien de tus
distracciones. La elección es tuya.” John di Lemme
Es una palabra japonesa que
podría traducirse como ausencia de intención o de provecho: significa hacer
algo sin esperar ningún beneficio personal.
Esta actitud –dicen desde la práctica
del Zen- deberíamos llevarla a cada momento del día para que fuera completa.
Para mí esta actitud lleva
implícito el no deseo: es casi como actuar sin sentir, sin esperanza, sin
motivación.
Con esta definición ya se ve que
vivir en actitud “mushotoku” no es tan fácil porque hay muchas acciones bellas
y gratuitas que hacemos pero que, en el fondo, sabemos que nos hacen sentir
bien: como ayudar a los demás, oír música o meditar. Incluso en el meditar hay
esa intención de encontrarse a uno mismo o de mejorar. Realmente una auténtica
paradoja.